El Domain Tasting, traducido como cata de dominios, es la práctica consistente en usar el periodo de gracia de 5 días concedido por la ICANN para probar un dominio y devolverlo con el consiguiente reembolso por parte del registrador. Está implementado para las extensiones .com, .net, .org, .info, .biz, .name y .pro.

Esto está bien cuando nos equivocamos al escribir el nombre del dominio en el registro, pero su uso abusivo da lugar a que empresas y registradores se estén poniendo las botas a base de programas que automatizan la tarea y sólo se quedan con los dominios que más tráfico tienen o devuelven los dominios para volverlos a registrar inmediatamente cada 5 días, práctica conocida como kitting.

Si lo queréis probar yo recomendaría hacerlo desde Dynadot, te dan los 5 días de plazo para cancelar el registro pulsando el botón “Request Delete for Credit” y te reingresan el dinero a tu cuenta (a la interna de Dynadot, no a la de PayPal o la del banco), con lo que puedes seguir probando dominios. Este proceso es casi instantáneo normalmente, excepto para los dominio con privacidad, en cuyo caso puede demorarse hasta 24 h.

Para el parking lo más rápido que conozco es NameDrive, agregarlos, redireccionar el dominio a sus servidores y a esperar visitas, de no producirse las deseadas en los primeros 4 días, borrar el dominio del registrador y el proveedor de parking y otra vez vuelta a empezar.

Debo decir que de las pruebas que he realizado todavía no me he quedado con ninguno (tampoco he probado demasiados), pero es curioso ver como muchas veces después de borrar el dominio alguien (mas bien una empresa) lo vuelve a registrar para dejarlo escapar después durante el periodo de gracia, da a uno que pensar acerca de la competitividad de este mercado.

Podeis encontrar más información en un genial artículo de Domisfera.

DomainTools, una conocida web con multitud de herramientas para la búsqueda y monitorización de dominios, ha lanzado Registrant search, que permite buscar dominios en función del nombre, e-mail, dirección o teléfono que figura en su registro, eso sí, pagando por ello un mínimo 60$.

En las galaxias lejanas también registran dominios

Dejando a un lado sus características técnicas (dicen que llevaba 8 años en fase beta) me voy a centrar en lo que esto supone para la privacidad de los domainers dado el revuelo que se ha levantado.

Que cualquiera pueda conocer el nombre, dirección, teléfono (la política de la ICANN obliga a dar datos reales en el registro) y dominios asociados a una persona sólo con su e-mail puede suponer una clara amenaza a su seguridad y a la de su familia, imaginaros que esto mismo se aplicara a la propiedad inmobiliaria, cualquiera podría conocer tu patrimonio en cuestión de horas a golpe de ratón, y algunos dominios no son precisamente baratos.

Esto nos afecta especialmente a los pequeños domainers, que no podemos pagar en cada dominio la privacidad que los registradores ofrecen, si ya tenemos que lidiar a veces con intentos de estafa, con esta nueva herramienta, ¿qué nuevos timos veremos?

Fuente: TH·E CON·CEP’TU·AL·IST