Cada vez que ejecutamos un comando en una consola BASH (u otras similares), éste se guarda en un fichero para que posteriormente podamos recordarlo usando las flechas de desplazamiento superior e inferior.
Podemos visualizar este registro con el comando:
$ history
Esta función es realmente útil y ahorra un montón de tiempo, sin embargo, si hacemos uso de una máquina con una cuenta de usuario compartida por varias personas, podemos no querer dejar huellas de los comandos que hemos ejecutado, para lo cual podemos limpiar el archivo que mantiene el historial (~/.history o ~/.bash_history) o mejor, dejar que el siguiente comando lo haga por nosotros:
$ history -c
El parámetro «-c» borra todas las entradas del historial para que nadie pueda saber que hemos estado ejecutando en nuestro amado intérprete de comandos 😀 .
Fuente: nixCraft
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